Condenado como suele estar a televisiones cada vez menos minoritarias, que un partido de fútbol sala congregue a medio millón de espectadores delante de la pantalla es todo un récord. De momento es el récord de esta temporada que tanto la Liga Nacional de Fútbol Sala como La2 (minoritaria, pero menos que Teledeporte) celebran por todo lo alto.
Medio millón de aficionados disfrutaron en directo del partido entre el Caja Segovia y el Playas de Castellón. Esto significa, además, que no hace falta que estén programados los dos ‘cocos’ de la categoría para que la gente decida ver un rato de buen fútbol sala por televisión.
Con la oferta de canales cada vez más amplia, el fútbol sala puede estar de enhorabuena. Sabiendo como saben que tiene menos tirón, aunque muchos más practicantes, que otros deportes considerados como mayoritarios, que el cuatro por ciento de la gente que está viendo la televisión (que son muchos) apuesten por el fútbol sala ha de servir para que las cadenas se involucren en la defensa y retransmisión de una competición tan interesante como cualquier otra.
Y es que no todo es Fórmula 1, no todo es fútbol y no todo es baloncesto. También hay otros deportes relegados tradicionalmente a un ostracismo que para nada merecen. Basta ya de contraprogramar películas y partidos de fútbol, basta ya de robarse mutuamente los derechos de los partidos de primera y acuérdense de que en España hay fútbol sala más allá de los mundiales.
Medio millón de aficionados disfrutaron en directo del partido entre el Caja Segovia y el Playas de Castellón. Esto significa, además, que no hace falta que estén programados los dos ‘cocos’ de la categoría para que la gente decida ver un rato de buen fútbol sala por televisión.
Con la oferta de canales cada vez más amplia, el fútbol sala puede estar de enhorabuena. Sabiendo como saben que tiene menos tirón, aunque muchos más practicantes, que otros deportes considerados como mayoritarios, que el cuatro por ciento de la gente que está viendo la televisión (que son muchos) apuesten por el fútbol sala ha de servir para que las cadenas se involucren en la defensa y retransmisión de una competición tan interesante como cualquier otra.
Y es que no todo es Fórmula 1, no todo es fútbol y no todo es baloncesto. También hay otros deportes relegados tradicionalmente a un ostracismo que para nada merecen. Basta ya de contraprogramar películas y partidos de fútbol, basta ya de robarse mutuamente los derechos de los partidos de primera y acuérdense de que en España hay fútbol sala más allá de los mundiales.
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